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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el repentino aumento de viviendas a la venta en España

Aunque el comentario se realiza desde Madrid, es de aplicación a toda España. Desde hace unos pocos meses, el mercado inmobiliario está paralizado. Las transacciones de compraventa son prácticamente nulas. Cuando se pasea por las ciudades, proliferan los carteles de "Se vende", habiendo cambiado bruscamente el panorama anterior en que no parecía que nadie estuviera dispuesto a poner en circulación vivienda alguna.

Los portales inmobiliarios del tipo "segundamano" o "elidealista" acumulan ofertas de venta de pisos, apartamentos, chalets y localels en todos los lugares. La capital parece como especialmente colapsada. Pocas son las calles, casi habría que decir, incluso los portales, en los que no se ofrezca algún inmueble a la venta.

¿Efecto de la subida de los tipos de interés? ¿Ganas de hacer caja ante el miedo a que el mercado colapse?. La primera razon serviría para justificar que haya pisos más baratos, surgidos de la urgencia por liberarse de una carga financiera a la que ya no se puede hacer frente. La segunda razón supondría admitir que existen muchas viviendas con mínima ocupación o desocupadas que, de repente, pueden ser liberadas sin problemas.

Los precios, sin embargo, apenas si se mueven a la baja. Las tasas medias fluctúan entre los 4.500 euros/m2 y los 6.500 euros/m2. No todo lo que se ofrece es trigo limpio. Hay ejemplos penosos de bajos y semisótanos lúgubres, rinconeras casi inhabitables o tristes trasteros recuperados, cuando no pisos mayores recortados con apresurada tijera, interiores oscuros o distribuciones imposibles.

La oferta es tanta que cabe vaticinar que los precios se moverán a la baja con rapidez. Las agencias inmobiliarias hablan de que los pisos no se venden, y por eso la falsa sensación es de que se ha cambiado el ritmo de oferta de piezas al mercado. No estamos de acuerdo con esta apreciación, porque jamás hubo tanta disponibilidad. Sí creemos que hay que esperar para comprar a que las ofertas se adecúen a lo que la demanda está dispuesta a pagar.

Pensamos, pues, que estamos en vísperas de un reajuste, y aconsejamos a quienes tienen disponibilidad de efectivo, que guarden con paciencia su liquidez unos cuantos meses. A salvo de objetos muy singulares, lo más probable es que se arrepentirían de haber efectuado una compra apresurada. Elijan con calma las piezas mejores, y aguarden a que el mercado mueva ficha. Merecerá la pena.

1 comentario

anonimo -

Vaya dilema, si bajan los precios podremos ahorrar dinero de las hipotecas y aumentar el consumo personal. Pero a la vez se perderán muchos puestos de trabajo y se reducira el consumo. Y mucha gente perderá sus casas, compradas, eso sí, sin mesura. En fin, crisis en todos los escenarios, si sube, si baja, si se mantiene. Y todos pensando: ande yo caliente...