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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre las alegrías de la huerta

Decían que en los tiempos duros, se cuentan los mejores chistes y chascarrillos. Las penurias avivan no solamente el ingenio, sino también el sentido del humor. Por esa parte, bienvenida sea la crisis, si se comporta, al menos en ese aspecto,  como mandan los cánones. Porque, de momento, el panorama es tremendamente aburrido, penoso, triste.

Hay que cambiar el chip, y buscar nuevos elementos de risión. Desde Estados Unidos, los nuevos aires del cambio, nos obligarán a cambiar todos los chistes sobre negros, que nunca nos hicieron gracia, pero ocupaban mucho espacio en los cabarets, sobremesas de comidas de empresa y paradas en el pasillo de los chistosos oficiales.

Y qué decir de la gracia que les hacía a algunos hablar de las parejas de la guardia civil, del machismo de los Ejércitos o de los duros comportamientos de los camioneros o mineros. Pamplinas. Ahora hay por doquier mujeres llevando las armas, los pantalones, los arrojos, y hasta hacen de ministras de Defensa -antes, Guerra-, mucho mejor que cualquier otro ministro, presente y pasado.

Quedarían los chistes de gays, o sea, maricones (y tortilleras/lesbianas, por supuesto). Pero, ¿dónde va Vd?. Para empezar, cada familia tiene el /la suya, o varios. Después, su número crece ostensiblemente, y ocupan, además, ándese con cuidado con su cachondeo, porque ocupan puestos de relevancia como personas influyentes en el periodismo, las artes, la política, la empresa. No hacen gracia a nadie, vamos, y le dejarán a Vd. como un demodé, un tontorrón e, incluso, sospechoso de andar por los andurriales de los que hace mofa, por su esfuerzo en exagerar voces y modales que a nadie sorprenden.

En fin, que hay que buscar nuevas alegrías en la huerta, cosas que nos hagan gracia de verdad. Vamos, ni se le ocurra rebuscar en esas historietas ridículas de machos latinos que se comportaban en la cama como gallos de corral o de ginecólogos que hacían pruebas de fecundidad autoinmolándose. Ni hablar, si usted quiere aparecer como chistoso, encuentre cosas nuevas.

Le daremos una pista. Utilice la realidad. Aunque todos estemos metidos en la olla, si somos capaces de reirnos de las razones por las que hemos llegado hasta aquí, la catarsis será beneficiosa. Sindicalistas, banqueros, políticos, empresarios, inmigrantes, constructores, liberales, libertinos, ludópatas, jubiletas, parados, inmigrantes, economistas, tecnólogos, consumistas, cátedros, jetas, ecologistas, titulados, expertos, inversionistas, ilegales, fiscalistas, ... No queremos dejar a nadie fuera. A reir, sobre las nuevas alegrías de la huerta.

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