Ante una imprescindible reforma educativa
Además de la proliferación de actos electoralistas, que pudiéramos juzgar de natural por el período en el que nos encontramos (proximidad al 20 de noviembre de 2011), se observa -al menos, en Madrid-, una concentración de simposia, conferencias y debates sobre cuestiones de estrategia.
Puede que la razón sea la crisis y el interés de quienes creen tener soluciones en presentarnos sus opciones, puede que la justificación se encuentre en la verosimilitud de un cambio político y en la intención de quienes ocuparán, llegado el caso, puestos relevantes en la Adminstración Pública de adelantar las ideas básicas de su programa.
Nos detenemos en este Comentario, al que seguirán otros con el mismo tema, en la situación de la educación en España. La Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, en colaboración con otras organizaciones, convocó, en apretado programa de ponencias, un "Primer Seminario sobre Educación y Políticas Eucativas en España.
Tres días de encuentro (del 15 al 17 de noviembre de 2011) en el espacio cedido por la Fundación Rafael del Pino, en el que hubo ocasió de escuchar diversas experiencias y sugerencias, propias y ajenas, sobre el camino que, supuestamente, conduce a la excelencia educativa.
No vamos a glosar aquí las conferencias, sino a presentar nuestra propia posición, haciendo, en su caso, referencia a lo que oímos a lo largo del Seminario, o tuvimos ocasión de discutir con otros asistentes y ponentes. Estas son nuestras específicas conclusiones:
1. La reforma educativa en España es necesaria y urgente. No la basamos únicamente en el manido informe Pisa (versión 2009 y sus antecedentes), cuya realización y análisis habitual entendemos sesgados perversamente. La media, tan utilizada, de resultados en el seno de la UE -por ejemplo- está viciada desde el momento que el índice obtenido por los quinceañeros de una nacionalidad,(Finlandia) supera en más de 20 puntos al siguiente clasificado.
(continuará)
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