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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre las consecuencias para la salud del cambio climático

Con el novedoso título -por estos lares, al menos- de "Cambio climático y amenazas para la salud", la Fundación Mapfre, en colaboración con la Fundación Ciencias de la Salud, organizó el 15 de noviembre de 2010 un programa de conferencias que se gestó en torno a la presentación del libro que recogió los resultados de una encuesta acerca de las preocupaciones de los españoles por la afección de la salud por el cambio climático.

Dará idea de lo que nos pareció el enfoque de las conferencias -soportadas bajo un calor agobiante, en un salón de actos lleno a rebosar- el que, en el coloquio, nuestra pregunta trataba de preguntar porqué no se habían abordado las hipotéticas repercusiones del también hipotético cambio climático para la salud desde una perspectiva zonal.

Y, sobre todo, porqué no se había tenido en cuenta que para los países en desarrollo -especialmente los BRICs- más que hablar de repercusiones del cambio climático, habría que analizar los efectos de una industrialización acelerada.

La pregunta no tuvo respuesta, ni cabía esperarla, porque los conferenciantes, que seguramente pensaban estar dirigiéndose a un público sin formación sobre el tema, discurrieron por diversos lugares comunes, alimentando de generalidades sus repectivos discursos.

No se trata de hacer una crítica a los intervinientes, sino a lo inmaduro del tema. Porque para establecer como conclusión del mismo que hay que dejar de fumar o que hay que ahorrar energía en calefacción o aire acondicionado, no hace falta tener como referencia lo que pueda pasar con el clima.

Tampoco creemos que se puedan trivializar los efectos de un calentamiento global trasladando la cuestión a las muertes por calor en verano o por frío en invierno y estrapolando resultados.

Puestos a ser imaginativos, uno de los posibles efectos sobre la salud del cambio climático, si efectivamente se produce, serán los derivados de la tercera guerra mundial, cuyo móvil puede ser tanto la escasez de agua como de energía, como de ambos recursos.

También podemos imaginar las consecuencias de la subida de los mares sobre las construcciones que se hicieron, y se hacen, sobre la línea de costa (a pesar de su declaración como demanial), especular sobre los ahogados por avenidas en las rieras y por las avalanchas de nieve, etc.

Y, sublimando las consecuencias de la elucubración, más o menos calenturienta, podemos preguntarnos porqué el Pais Vasco (y no será el único) dedica dineros a contratar a una eminencia mundial, Dr. Anil Makandya, para que realice un estudio sobre las consecuencias del cambio climático para sus nacionales, y porqué nosotros, en Madrid, hemos de estar extasiados escuchándolo.

1 comentario

maria -

Parece que el cambio climático va a ser cosa de los pobres, los feos y los morenitos; a nosotros guapos, blancos y que vetimos "marcas", ni en broma nos va a pillar, por tanto para qué cambiar de actitud!!