Sobre el estado de ánimo de los socialistas
El dia 10 de junio de 2010, como cada jornada, tuvo sus momentos graciosos, de esos que levantan la sonrisa del más pintado. Las palabras del Presidente italiano Berlusconi refiriéndose al estado de gracia del Presidente español Zapatero, después de la visita de este último a S.S. Benedicto XVI -bendición incluida-, pertenecen, sin duda, a ese grupo.
Algo más de inseguridad aparecería al analizar si resulta simpática, o no, la distinta valoración que hacen del actual estado de ánimo de los socialistas españoles, el propio Rodríguez Zapatero y el ex-Presidente Felipe González. Para González, "los socialistas estamos pesimistas"; para Rodríguez, "no".
Sin necesidad de apelar a recursos pontificios para alcanzar el estado de gracia, las declaraciones que viene prodigando en las últimas semanas Felipe González, demuestran que lo está.
Sus matizadas manifestaciones sobre lo que hay que hacer, el equilibrio de sus dictámenes, esa serenidad del que ha sufrido y, después de haber perdido una batalla, vuelve al campo sin lamerse las heridas, le ha dado un halo de respeto en nuestra sociedad que, como sabemos -propios y, sobre todo, extraños- tumba sin reparos a los mejores y ensalza a los que ha cortado la cabeza.
Los socialistas de la facción González, están pesimistas, y tienen razones para ello. Los socialistas de la facción Rodríguez, no lo están, aunque sus razones no han sido explicitadas. La desproporción de fuerzas entre ambas debe ser muy evidente.
Lo que resulta más preocupante no es conocer cómo se reparten los estados de ánimo entre los socialistas del PSOE, sino entre aquellos que, careciendo de militancia, tienen la convicción de que gobernar bien es tomar las medidas más inteligentes en cada momento, conseguir apoyos leales para las decisiones difíciles, distribuir las cargas proporcionalmente a la capacidad para soportarlas, explicar sin fantasías las dificultades y motivar a todos para comprometerse, pero en especial, a los que más tienen (dineros, inteligencia, medios).
De esos socialistas se sabe muy poco, porque hace tiempo que no acuden a los mitines ni, por los síntomas, tienen escaño en el Congreso.
2 comentarios
Ana -
Mª Luz -