Sobre el imposible acuerdo de Copenhague
En la reunión sobre Cambio climático celebrada el 14 de octubre de 2009 en el Salón de Actos del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (con buena entrada), Alicia Montalvo, la directora general de "la cosa" inauguró los parlamentos resumiendo los resultados de la última citade Bangkok, preparatoria de la de Copenhague.
El resumen era fácil de hacer, en realidad. Ningún resultado. Los representantes de los países se limitaron a exponer sus reivindicaciones, armando un muro de dificultades que, si no se rompe antes, impedirá llegar a ningún acuerdo en Dinamarca.
Y no se llegará a ningún acuerdo, porque será imposible conciliar los intereses contrarios en juego. Los países emergentes piden compensaciones si se pretende impedirles a usar su naturaleza como les parezca, y apelan a que el deterioro climático ha sido causado por los países desarollados, es decir, que en huella per cápita, todavía les queda carrera por recorrer.
No hay tampoco liderazgo mundial respecto a las medidas. Estados Unidos, con un presidente actual que actúa de defensor (prudente) de las tecnologías alternativas, quiere suscribir un acuerdo con trampa, porque el Comité de Representantes da muy poco juego a los visionarios catastrofistas del cambio climático.
Están dispuestos los norteamericanos a reducir "algo" la contaminación: un 4-5%, referido al nivel de 1990. Y como anunciar públicamente tal cosa les sonrojaría, hablan de una reducción del 18% respecto al nivel de 2005, allá por el año 2020.
Se comprende que, con este panorama, la posición de la administración socialista española, -convencida, gracias al conjunto de ecologistas utópicos que se han reunido para alimentar la Fundación Ideas de buenas intenciones, de que toda la energía primaria que producirá en el 2050 será "verde"- es la de un "Pepito Grillo", si bien nada molesto.
España solo consume el 1,5% de la energía mundial contamina relativamente menos y, haga lo que haga, y gaste su dinero como le de la gana, no será ni siquiera un granito en el zapato de lo que decidan Estados Unidos, China,e India. Si la Unión Europea quiere hacer de paladín de las causas perdidas y España de adalid con su espada de madera y sus trajecillos rotos de paje a lo obin Hood, los únicos que se van a reir serán Alemania y Francia. En verdad, ya han empezado a reirse.
Hoy, 15 de octubre, se celebra, un año más, el día mundial de acción por (en contra de) el Cambio climático. Alicia Montalvo mostró los días que quedaban para la cita de Copenhague. No está de más mostrar también los días que quedan para llegar al año 2020
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MIguel -