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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el interés de la franja de Gaza para Yahvé

En el día en que la comunidad cristiana conmemora la matanza de niños ordenada por Herodes, después de haber sido informado por los Reyes Magos de que el Mesías acababa de encarnarse en Belén, Israel celebra ese acontecimiento bombardeando Gaza, en busca de los centros de inteligencia de Hamás, el gobierno que el pueblo palestino ha elegido, mayoritariamente.

Gaza es, según quienes conocen la situación, ahora que se encuentra en época de lluvias, una cloaca en donde viven más de un millón y medio de palestinos, secuestrados por tierra, mar y aire. En esa tierra, antes centro del mundo y ahora prácticamente abandonada de Dios y de los hombres, los jóvenes se han hecho extremistas islámicos, como una forma de identidad. Ideológicamente, están tan bien equipados que no dudan en inmolarse en atentados suicidas contra su particular Belcebú, el vecino que envuelve sus tierras.

El problema de fondo no es de naturaleza divina, sino humana. Y tiene que ver, mucho, con el agua y la tierra. Las depuradoras de aguas residuales que iban a construirse con financiación internacional, no se han realizado, como castigo -se dijo; se dice- al triunfo de Hamás; la tubería que debería conducir las aguas tratadas desde Beit Lahia al mar no se construyó para no afectar las playas isralíes de Nitzanim.

Falta de agua superficial -los flujos hídricos desde Hebrón, en la Cisjordania, fueron secuestrados por Israel-, sin embargo, el valor estratégico de la franja de Gaza se mantiene; para Israel es un refugio de terroristas. Para los musulmanes fundamentalistas, es la avanzadilla desde la que se hostiga a unos invasores que se sientan a la derecha del padre norteamericano.

Por una parte, tiene importantes recursos hídricos subterráneos, fundamentales para una zona azotada por la sequía de primavera al otoño, que se han ido contaminando con aguas fecales e intrusiones salinas. Por otra, completa el acceso al mar del territorio circundante y su valor geoestratégico para reconstruir el Gran Israel, un mito esgrimido por los judíos con persistente voluntad anti-histórica, pero con demoledora convicción práctica, está fuera de dudas

Para los afanes expansionistas de Israel, Gaza es una pieza fundamental en su rompecabezas de completar una mancha territorial uniforme bajo su control. Anexarla, completaría el deseo de obtener un territorio cerrado, como base para -se puede apostar sin riesgo- seguir expandiéndose entre los herejes musulmanes.

Ya nadie se atreve a apelar a la injusticia que supone haber incrustado artificialmente en un estado árabe, una comunidad muy cerrada que había sufrido un Holocausto, pero en el que los palestinos no habían tenido nada que ver. El argumento no encuentra eco en la comunidad internacional, sepultada por la  poderosa maquinaria informativa judía, y preocupada por problemas mucho más graves que atender a un par de millones de pobres armados con arcabuces.

No tiene tampoco ya importancia mediática decir que Israel, contando con el apoyo de los Estados Unidos y la aquiesciencia europea se haya dotado de un arsenal de sofisticados mecanismos mortíferos, capaces de sepultar en minutos cualquier resistencia de los países limítrofes, en grave penuria, y que ha probado en sucesivos bancos de ensayo, aprovechando las más variadas excusas para organizar ataques a sus vecinos, alardeando de ser un país demócrata. 

Carece de interés recordar que el movimiento de odio y las posiciones fundamentalistas que prendió entre el pueblo palestino hacia los israelíes-judíos fue fomentado como parte del juego de poderes entre Occidente y los países árabes, con Hojas de Ruta y reuniones en hipotéticas cumbres que nunca condujeron a resultado real alguno, apareciendo como rivalidades religiosas lo que no eran sino manifestaciones de la tensión natural debida a la desigualdad de fuerzas económicas entre la paupérrima Palestina -incapaz de vivir sin subvenciones, convertida en una meretriz internacional- y el opulento Israel -al que se canalizan sistemáticamente ahorros de las comunidades judías, siempre florecientes por su carácter endogámico y su indiscutible creatividad tecnológica y financiera-.

El ataque a varios centros de Gaza por parte de los misiles israelíes, sucede en un momento de falta de liderazgo norteamericano (en pleno proceso de traslado de poderes) y cuando la Unión Europea está en su momento más débil (incapaz de digerir la crisis ni planificar la contención de las dificultades que se avecinan por la recesión en prácticamente todos los países recién incorporados). El objetivo no es Hamás. Yahvé quiere, esta vez, sin tapujos, el agua de la franja. Y ha ordenado que los palestinos sean sojuzgados.

Nos tememos que Alá tendrá algo que decir. Y, entretanto, el Dios universal, a uvas, celebrando el fin de año.

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