Sobre el turismo sostenible
La Novena edición del Conama (Congreso Nacional de Medio Ambiente) celebrado en Madrid esta semana, nos ha dado pié a recoger varios documentos y folletos.
Aunque la sostenibilidad anima a la virtualidad -juego de palabras para entendidos- el caso es que no conseguimos los seres humanos acostumbrarnos a manejar lo etéreo. Preferimos lo tangible, lo carnal a lo espiritual. La mayor parte de lo ofrecido en los estands de los patrocinadores eran memorias voluminosas, folletos de exhibición de sus logros en la sostenibilidad ambiental, protegidas con bolsas de papel o de plástico. acompañadas en su caso por cds incrustados en las solapas.
La pugna de lo intangible por salir a flote en un mundo real vale en todos los órdenes. Algunos de los foros convocados, en donde se repartían bolígrafos y libros de propaganda -sea el caso de FCC como ejemplo válido- contaban con gran asistencia, en tanto que otros, como el del trigésimo aniversario del CIDES (misteriosa institución, al parecer, para la mayoría), que lleva todo este tiempo tratando de aglutinar las actuaciones conjuntas de los ingenieros españoles desde el IIE (unas siglas igualmente misteriosas, seguramente), apenas si contaron con afluencia de públio.
Lo dicho sirve también para el turismo. Aunque el turismo sostenible verdadero tenga que ver con la virtualidad, es decir, con internet y las telecomunicaciones. Y bastante menos, con la visita a los lugares llamados turísticos, convertidos en destinos para privilegiados y que, llámese como se llame, y potencie lo que potencie, no es más que una forma organizada de agredir los espacios naturales.
El Manuel de turismo sosenible, Araucaria XXI, fundamentos y buenas prácticas, editado por el Ministerio de Medio Ambiente, da algunas pistas, no tanto sobre las buenas prácticas (que también) sino sobre lo difícil que es hacer turismo, es decir, incorporar conocimiento de los otros, sin quemar queroseno, contaminar espacios protegidos, fotografiar lo indecible para enorgullecerse de haber estado allí y, en fin, recorrer a uña de caballo turístico lo que la naturaleza y el hombre sencillo han conseguido, siempre a duras penas, hacer llegar hasta nosotros.
¿Para cuándo una feria virtual del Medio Ambiente? ¿Podrá ser el X Conama solamente virtual, para la mayor gloria del planeta y de los verdaderos ecologistas?
1 comentario
Roberto -
He leído artículos en tu blog y me parece que compartimos varias ideas.
Tenemos una pequeña organización de turismo responsable con proyectos
en en la zona de Dota y de Talamanca.
Además de turismo responsable en Costa Rica, realizamos cada cierto tiempo campañas
de ayuda a distintas comunidades necesitadas. Por ejemplo, con la
ayuda de amigos y de algunas instituciones hemos llevado alimentos,
útiles escolares, ropa y juguetes a niños y adultos de pequeñas
comunidades de Talamanca.
La idea es ofrecer una alternativa de desarrollo a estas zonas
mediante la protección de su cultura y su naturaleza que es la mayor
riqueza que tienen y dos factores que corren peligro de extinción por
la pobreza, falta de educación, etc.
Muchas gracias/saludos,
Roberto