Sobre jueces, tribunales y errores judiciales
Algunos jueces, cuando son preguntados por las razones de haber elegido este oficio, contestan que siempre les ha gustado decidir sobre las razones de otros. La judicatura es una de las funciones delicadas que ha asumido nuestra sociedad en el desespero de una justicia superior, y ser juez entre hombres es una necesidad de la convivencia (hay malos y malignos, infractores, derechos ursurpados, necesidades prioritarias, matices entre iguales, etc) y una grave responsabilidad. Aunque todos podemos ser víctimas, muy pocos asumirían el papel de verdugos.
Para ser buen juez hay que estudiar muchísimo y superar unas duras oposiciones. Nada se estipula –en general- sobre la necesidad de haber recibido la pátina del tiempo, que tanto modula y modera, y por eso, la mejor edad para acceder a la función pública de juzgar es la juventud, que es cuando las meninges están más frescas para memorizar leyes, sentencias de otros y una pirámide de artículos, reglamentos y métodos que la máquina de mejorar porque ya era hora y la máquina de cambiar porque sí me apetece modifica casi a cada rato.
No nos gustan los jueces muy notorios pero menos simpatizamos con los estrellados. La judicatura debería ser hacia el exterior casi silente, pronunciarse solo cuando falla, y acertar siempre que falle, que es la paradoja de su función solemne.
De cuando en vez, la sociedad tiene oportunidad de juzgar a los jueces. Hoy, en España, han coincidido demasiadas circunstancias para que esa misión tan necesaria atraviese un período de crítica frontal.
Porque los mecanismos de acceso a los estamentos superiores de la facultad de juzgar se han emponzoñado con el veneno del politiqueo; porque algunos -muy pocos- juzgadores han dejado al descubierto que tienen pies de barro o los bolsillos abiertos; porque algunos jueces resulta que no siempre son coherentes consigo mismos al analizar dos veces el mismo caso; porque otros son muy lentos para decidir y lo padecen con sus huesos y carnes en la cárcel inocentes culpables que en realidad, son víctimas,...
Y, para colmo, resulta que en varios Juzgados españoles los funcionarios de la Justicia reclaman más salarios, y lo hacen de una manera muy carpetobetónica, desde la huelga, que dura ya dos meses; mal asunto, cuando hay más de 400.000 sentencias -¡de lo penal!- pendientes de ejecutar...y ni se sabe de atrasos en otros Juzgados y Salas, que uno puede imaginar atascados con un papeleo inmenso de providencias, autos, dilaciones, trucos de leguleyo, abogados y jurista, zancadillas de rico, diligencias, gripes, malosohumores, bocadillos de media mañana, tiquismiquis...
Justo lo que nos faltaba. Qué difícil debe ser hacer de juez en estos tiempos, cuando la sociedad te juzga sin escuchar tus razones lo que haces y anda remisa para aplaudir lo que se hace bien, salvo que decidas salir a la palestra y hacer el número de juez estrella sin miedo a que alguien con mala baba te ponga de tutús y bailarinas
4 comentarios
Gloria Ortiz -
Tu_amigo -
Tu_amigo -
Necesitamos en gran manera tener una Justicia que funcione bien (que nos funcione normal) verdaderamente tenemos un sistema judicial horrible, un drama. Necesitamos SIMPLIFICAR TODO EL FUNCIONAMIENTO, TODO.
Para ayudar a una eficaz Justicia, los Ciudadanos por Ley debemos estar obligados a tener SIEMPRE nuestros números de teléfonos deben ser SIEMPRE conocidos por Justicia, SIEMPRE. Este elemental y muy normal detalle creo que nos ayudará mucho para lograr eficiencia.
En la Ley se dan plazos a las personas que trabajan en los Juzgados, no se respetan NADA, ELLO ES DELITO, y no se hace nada. Necesitamos procesos eficientemente normales y hacer respetar los plazos al personal que sirve trabajando en los Juzgados. El incumplimiento se debe sancionar CON EUROS y normales despidos a quienes no cumplan, es NORMAL, pues trabajan para hacer Justicia. Ayudará.
VITAL. Para todo lo que se establezca posible, necesitamos juicios por ordenador, y lo más instantáneos posibles. Instantáneos. Simplificar, evitar el caos existente.
Necesitamos llegar a un verdadera Democracia Directa, Electrónica, y poder decidir fundamentales aspectos los Ciudadanos DIRECTAMENTE, sin representantes, directamente.
Toda piedra hace pared Conciudadanos Poquito a poco
"La felicidad es algo milagroso, cuanta más das, más te queda".
Un fuerte abrazo amigos.
Guillermo Díaz -
Yo personalmente defiendo esa misma afirmación y voy a dar algunas razones para ello.
La independencia del poder judicial ha sufrido serias mermas por la ingerencia de los políticos.
Muchos de los Juzgados y Tribunales están siendo ocupados por jueces "sustitutos" al no haber titulares y habitualmente se trata de jóvenes com poca experiencia y formación.
Los jueces titulares que llegaron a su puesto con gran ilusión y formación, con el transcurso del tiempo se van desanimando y empiezan a trabajar de modo rutinario y sobre todo lento.
Los medios materiales puestos a disposición de la justicia son anticuados y escasos. Metidos de lleno en la sociedad de la información, los Juzgados tienen sistemas informáticos antiguos y no cuentan con redes de teleproceso que les permitan intercomunicar e interactuar entre ellos.
El diseño de la nueva oficina judicial parece que en vez de mejorar los procedimientos, aun va a dilatar mas los procesos.
La lentitud de la justicia es enorme y las cosas cada vez se empeoran mas.
En conclusión, diría que se trata de un grave problema y que de una vez por todas habría de emprenderse el camino de la modernización de la justicia.