Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la Bolsa y otros juegos económicos peligrosos

La Bolsa ha caído y nadie sabe (mejor dicho, nadie ha sabido o querido explicar) cómo ha sido. En el día de hoy, 21 de enero de 2008, vencidos y desarbolados los ánimos que incitaban a la calma, los valores de la práctica totalidad de las empresas europeas que cotizan en las Bolsas se han dejado las plumas, perdiendo entre el 6 y el 8%. En el caso español, se trata de la mayor caída media desde que existe el Ibex.

Se ha volatilizado mucho dinero, pues. ¿A dónde se van esas diferencias, se preguntan los ingenuos, entre los valores de ayer y los de hoy?. ¿Quién se los queda?. La respuesta es, como siempre, la sobrevaloración de lo que se compra. Cuando la euforia de un momento de crecimiento sostenido, permite a los especuladores arriesgar, pagándolos hoy, con la correspondiente rebaja, los beneficios futuros de las empresas, las acciones suben y suben.

El valor nominal de una acción pasa así a tener un valor simbólico, reemplazado por otro relacionado con los márgenes netos del negocio de la empresa. Puede suceder así que se pague por una acción hasta mil veces el valor nominal, y diez o veinte veces el valor del beneficio anual. Llega un momento, claro, en que las acciones pierden su referencia real y pasan a tener un valor simbólico: la especulación ha vencido cualquier intento racional de relacionar el estado contable con la cotización en Bolsa.

Esos dineros que los pequeños inversores han perdido hoy, ya están a buen recaudo en otros sitios. Una parte importante ha ido a parar en sueldos y salarios ineficientes, en compras de equipos e instalaciones no suficientemente productivas, en inversiones fallidas. Otra parte se ha marchado en falsos beneficios contables, en primas desorbitadas para gestores supuestamente muy eficientes, en publicidades engañosas. También se ha quedado otra parte en los bolsillos de los grandes capitales, en las sociedades que saben cuidar el valor, engordándolo o adelgazándolo cuando les conviene.

La Bolsa, conviene repetirlo, es un juego económico peligroso. Si Vd. tiene dinero y ganas de trabajar, siempre será preferible que invierta en poner en marcha sus propias ideas. Como decía un insigne economista -¿o no lo era tanto?- "las únicas cifras de las que me fío son las que yo mismo peino".

1 comentario

Guillermo Díaz -

¿por qué habitualmente se suele decir "jugar en bolsa"? Pues porque evidentemente es un juego, y quien decide poner sus ahorros en el parquet, sabe a lo que se está exponiendo.

Lo que unos ganan, otros lo pierden.

Como decía un experto: Sólo aquél que esté perdiendo un 50% y no se ponga nervioso, será un buen jugador de bolsa.

No obstante esto, entiendo que a largo plazo y viendo las tendencias históricas de los índices bursátiles, el riesgo de pérdida está muy minimizado.