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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la homofobia y sus manifestaciones

Resulta que un cartel del Festival internacional de Cinema Gai i Lèsbic de Barcelona que se celebró a finales de octubre y principios de noviembre en Barcelona ha levantado ampollas en algunos sectores. El periodista César Vidal, en especial, ha desatado sus iras contra los organizadores.

¿Causas?. No precisamente que el cartel esté escrito en catalán e inglés, obviando ese lenguaje universal que es el español, y, por tanto, lanzando un mensaje de matices separatistas hacia los sufridos co-nacionales de tanto catalanista de nuevo cuño que pretende ser más internacional, por dirigirse en inglés al resto de los españoles. Qué pena.

En fin, la causa de los improperios de algunos contra el cartel ha sido la difusión de la imagen de un niño chupando un lápiz y con cara de estar papando moscas. Esta utilización de un rostro preadolescente para anunciar un festival de cine gay suena a escándalo para aquellos que están dispuestos a escandalizarse por todo lo que no hagan ellos.

No nos parece en absoluto que la imagen de ese niño sea, por sí misma, reflejo del objetivo del movimiento gay de "cazar a los niños" o reflejo de organizaciones que "postulan la legalización de la pedofilia", y si alguien tiene información privilegiada, ya que estamos en un país en donde a algunos les gusta judicializarlo todo, deberían ir al Juzgado para denunciarlo de inmediato.

Sí entendemos que la cuestión de fondo sobre la homosexualidad es la resolución pacífica y, por supuesto, profesional, de un tema que nos parece fundamental: si las tendencias homosexuales que, seguramente, son implícitas -en mayor o menor medida- en los seres humanos, por ser afectivos por naturaleza, no resultan estimuladas, con efectos sobre la personalidad muy especiales, en ambientes permisivos y, nada digamos, si esos ambientes son propiciadores de las manifestaciones homosexuales.

Aunque no disponemos de estadísticas, pero viajamos, anotamos que el número de homosexuales con pluma (hablamos, pues, de los de sexo masculino) en este país es alto en relación con otros del entorno. ¿No nos estaremos, también en este asunto, pasando algunos pueblos, en nuestro afán de ser los primeros de la clase en consumir las libertades cuando se abre la puerta de tolerancia?.

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