Sobre la igualdad sexual
La igualdad de derechos entre hombres y mujeres aún tiene mucho camino que recorrer. La teoría de las Constituciones de los países más avanzados es una cosa, y la práctica otra. Por supuesto, en los países en desarrollo, y marcadamente en aquellos en los que predomina la creencia islámica, la marginación de la mujer alcanza niveles terribles, por incultura, falsas interpretaciones de los credos, y conveniencia interesada del sexo rampante.
La hipocresía del machismo dominante tiene muchas vertientes, algunas sutiles. Seguramente el ejercicio del dominio del varón sobre la hembra humana se va perfeccionando desde la infancia, en la propia familia, se apoya en la complicidad de la sociedad -control de la moda, de los comportamientos, de la selección de actitudes para el éxito social yempresarial, etc- y recobra fantasía en el acto sexual, en el que el varón cree dominar a la mujer, y -cuántas veces- así se lo hace admitir en la cama.
En este comentario, querríamos llamar la atención sobre ciertos aspectos del perfeccionamiento de la actitud de control machista, que justamente se están consolidando en las sociedades pretendidamente liberales. Por cierto, no tiene mucho que ver con la democracia, -en el sentido político del término- porque la igualdad entre hombre y mujer es solo un aspecto menor de la gran injusticia que supone la desigualdad de oportunidades entre los seres humanos para alcanzar los bienes materiales e inmateriales que pueden producirle satisfacción: conocimiento, educación, dinero, naturaleza, amor, trabajo, tiempo libre,...
Los dos aspectos especialmente singulares a los que queremos referirnos son: la utilización de la moda femenina como mensaje de dominio machista y la incorporación de los homosexuales como tercer grupo a la disputa por el dominio de los elementos claves de la sociedad, en detrimento justamente de la mujer. La interelación entre ambos aspectos no parece fortuita.
¿A quién beneficia la exposición de mujeres semidesnudas, presentadas como mercancía que mejora su capacidad de seducción, con ropas diseñadas por "creadores geniales" que "revolucionan completamente el mundo de la moda" cada tres por cuatro, y que exhiben con descaro su homosexualidad, exagerando sus plumas hasta límites intelectualmente oscenos? ¿A las mujeres?...
Más bien creemos que ellas, como las jóvenes a las que se les ha convencido que al ejercer su derecho para promiscuirse sexualmente, son más libres, son nuevamente las perjudicadas por la bota machista.
2 comentarios
Angel Arias -
Gracias, a tí, Judith, por poner a este blog de actualidad.
JUDITH MANZANO ALFARO -
mil gracias!!!