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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el sexo de los ángeles

Después de siglos de dura y vacua discusión, la opinión mayoritaria cristiana se decantó porque los ángeles son seres andróginos, es decir, sin sexo. Quedaban así privados del más importante de los placeres humanos, y se construía entre ellos y los mortales una barrera infranqueable. La conclusión contradecía, por lo demás, los textos sagrados, porque todas las referencias invocadas son masculinas, aunque el Libro de Zacarias se refiere a dos mujeres que tenían alas como las de una cigüeña.

Hay que reabrir el debate. En primer lugar, otras religiones mantienen la existencia de seres angélicos bien sexuados. El islamismo es un ejemplo perfecto de la prolongación del universo machista hacia lo etéreo, con las delciiosas figuras de las huríes, que copulan con los bienaventurados tantas veces cuantas se haya cumplido con el ayuno en el Ramadán.

Si el debate hubiera continuado hasta la época presente, muy seguramente  la idea de que los ángeles eran homosexuales habría obtenido muchos votos. La opción homosexual es una actitud rampante en el contexto de las dominaciones y la bisexualidad es vista por muchos como la forma perfecta de atender a pelos y plumas, disfrutando a tope de las delicias del sexo. Si la eternidad ha de ser prolongación de los placeres terrestes, perfeccionándolos, esa opción comprensible  tendría adeptos, incluso entre los agnósticos.

Discutir sobre el sexo de los ángeles ha quedado como paradigma de la discusión estéril. Una placentera manera de pasar el tiempo mientras se toma un té con pastas, o un mojito bajo el salacóf.

Aunque los ángeles no interesen tanto hoy, resultan discusiiones equivalentes las siguientes (en opinión, por supuesto, discutible): decidir si se es más patriota desde la derecha o la izquierda ideológica por llevar la bandera rojigüalda en los gemelos o en la ropa interior; dilucidar si los etarras son unos degenerados mentales o unos rencorosos sin ideales, pero su posición es asimilable al IRA; elegir entre energía nuclear o energías verdes, porque con cualquiera de las dos solucionaríamos el problema energético al completo; escoger entre trasvases o desaladoras, porque uno de los dos es la clave para el tema del agua en España; ...

El sexo de los ángeles tiene, en la actualidad, dos modalidades. Unos levantan las faldas del falso problema, para descubrir lo que levan debajo del sayal, sin darse cuenta de que van en pelota. Otros, se enzarzan en una discusión interminable sobre si son haches o bés, sin atreverse a levantar las faldas del tema, que es lo práctico. Y para colmo, la mayor parte de las veces, el problema es bisexual. Hay que arriesgarse a considerar las razones del otro, porque los problemas no suelen tener una única solución y suele suceder que, para avanzar, haya que apoyarse en el contrario.

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