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Al Socaire de El blog de Angel Arias

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Sobre Enrique Loewe, Asturias y la moda (o la poesía)

Sobre Enrique Loewe, Asturias y la moda (o la poesía)

El 30 de enero de 2008, en la sede de la delegación de Asturias en Madrid, que ahora dirige Miguel Munárriz, se hizo una presentación del catálogo de un grupo de empresas de la moda y del diseño asturianas, que presidió -al menos, al inicio-, el Presi del Principado, Tini Areces, y que contó con la colabóración excepcional de Enrique Loewe, ese empresario atípico que promociona la poesía y el arte, además de ganar dinero.

Los temas que afectan a la asturianía, preséntense donde se presenten, cuentan siempre con una asistencia nutrida y entregada de asturianos en el exilio y simpatizantes. Este fue, desde luego, el caso. Además del atractivo de la presentación del dinámico grupo de empresarios que forma la Asociación de Diseño y Moda de Asturias (Adyma), se contaba con el aliciente de las palabras de Enrique Loewe, que viene apoyando esa actividad desde el inicio.

Además, se unió al acto Vicente Areces, que estaba por Madrid para dar una conferencia invitado por el Nuevo Foro de Economía y, entre otros asistentes en la mesa presidencial, junto a Camino Díaz, estaba Lucía Hidalgo (de Cosmopolitan) y el diseñador Angel Fernández, que había vestido a la guapa presentadora Wanesa, dándole aún más encanto -a varones como a hembras-, si cabe.

Areces expuso algunas cifras, en un discurso improvisado que demostró, también, que lleva a Asturias en la cabeza. La moda es un sector de futuro para Asturias, que debe tomar ejemplo de las tics, que suponen ya un 16% del pib de la región, que huye de la visión de una autonomía en crisis, de la que dijo, se ha liberado.

Enrique Loewe estuvo próximo, hasta intimista, y, por ello, especialmente interesante. Habla con claridad, y aunque no contó anécdotas, su forma de expresarse es ya una vivencia. "El lujo se ha hecho en nuestro tiempo mucho más asequible: antes era patrimonio de unos pocos. Hoy no es preciso épatar con un bolso de cocodrilo para vestir a la moda, y está más vigente que nunca la amenaza de que la mona, aunque se vista de seda, mona se queda". La clave estaría en entender que "la moda es expresión de una forma de vivir, propia, cuya sanción es la indefinición y hasta el ridículo".

"La moda es, en fin, educación y forma de cultura, y se es más cuanto mejor se sepa elegir, aquello que te ayuda a ser tú mismo, o a disfrazarte si te apetece, exponiendo el lado que desees de tu personalidad", dijo -más o menos-, Enrique Loewe, jugando siempre entre la moda y la poesía, pues, afirmó, desde hace diez años se encuentra libre para decir lo que piensa sin la preocupación de la rentabilidad. No en vano, el éxito comercial de este empresario le permite gozar de un bienestar económico que añade a su encanto personal, la libertad para hablar con comodidad de lo que puede ayudar a otros a encontrar el camino de la rentabilidad, disfrutando por ello.