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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la sociedad emprendedora, sus claves y sus hándicaps

Fue una reunión bien intencionada. El salón de actos de la Fundación Rafael del Pino aparecía abarrotado de público, quizás más distendido  y dicharachero que otras veces, ocupado en abrazarse y besarse (al menos, los de las tres primeras filas del auditorio, las "reservadas") y, por ello, algo resistente a ocupar sus asientos, prestando oídos sordos a las indicaciones del anónimo maestro de ceremonias, y alargando así unos minutos el comienzo del acto.

"Las claves para una sociedad emprendedora", fue el ambicioso título de la conversación que mantuvieron el 19 de octubre de 2011, Bill Drayton (al que se le entregaría el premio Principe de Asturias de la Cooperación Internacional 2011 el viernes siguiente), Joaquín Garrigues Walker (presidente de la comisión que se lo otorgó, en junio de ese año) y Zaryn Dentzel (fundador de Tuenti).

Antes de la intervención de Drayton, María Zapata, directora de Ashoka-España (1) y María del Pino Calvo-Sotelo, presidenta de la Fundación que nos acogía, pronunciaron sendas breves alocuciones (brevísima, la de la hija del empresario que fundó Ferrovial, que se limitó a dar la bienvenida y recordar el propósito fundacional de la ONG anfitriona).

María Zapata aprovechó el espacio publicitario para presentar la idea que subyace como motor de Ashoka, elogiar al ponente principal ("quien acuñó el término de emprendedor social"), y solicitar el apoyo para la entidad, que cuenta en España con 24 emprendedores especiales, que "decidieron cambiar el mundo". (2)

El plato fuerte se digirió con más pena que gloria. Las razones son varias. En primer lugar, el mensaje de Drayton parece enmarcable entre las iniciativas voluntaristas, esas que a los que tenemos el rostro curtido nos parecen impregnadas de bonhomía, válidas a microescala, pero quiméricas como objetivo para modificar las razones del mundo, que se tejen con urdimbres más bastas (que también se puede calificar de más sutiles, sin hacer desmerecer la idea).

El diagnóstico no es descabellado: "Los procesos son tantos y tan rápidos que es imposible que unos pocos puedan lograr el cambio total". La conclusión es ya más problemática: Por eso, se necesita que "toda la sociedad se concentre en encontrar soluciones", se convierta en una sociedad de "change-makers".

En segundo lugar, Drayton habla para un público muy especial, aunque no necesite reconocerlo así: los que creen que Estados Unidos es un país que tiene soluciones para todo, grupo de devotos que en Europa ha perdido muchos adeptos. La visión de Europa que tiene Drayton se debe asemejar, además, a la de imaginársela como un carromato conducido por dos caballos percherones: el bueno y dócil que personifican Reino Unido, Alemania y Francia, y otro indómito, imprevisible, que conforman los países del sur, entre los que se encuentra la folclórica España.

Garrigues, teórico conductor del coloquio, pretendió una y otra vez "to insist in the basicalities", pretendiendo hacer ver al laureado Drayton que, entre nosotros, a diferencia de en USA, la "civil sociaty" no juega mucho papel, y que eso de que "todo el mundo quiere ser change-maker" no es aquí tan creíble, además de que no se entiende bien "cuál es la principal diferencia entre un business y un social entrepreneur".

Como Drayton se extendió por los cerros de Ubeda (o sus similares en Arlington), acudió en ayuda de Garrigues y de su inglés (bueno; pero ineficaz para contener verborreas), ese aún joven con aire de permanente iconoclastia que es Dentzel, preguntando por su parte acerca de qué habría que hacer para cambiar el ciclo, cómo se podría conseguir que un empresario social tenga éxito, en un país en el que el 40% de la gente que busca empleo son jóvenes que nunca han tenido ninguno, y que desearían es ser funcionarios (public servants). 

En fin que, reforzando el negro diagnóstico -en lo que demostró Dentzel haber conseguido una perfecta aclimitación al espíritu hispano- tenemos aquí un "big economic problem", porque "while the system is coming down" se nos pide crear oportunidades y no sabemos, ya que las escuelas de negocios proponen caminos trillados y la cultura del pelotazo ("getting quickly rich", tradujo Dentzel) está muy cómoda entre nosotros.

(continuará)

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(1) El nombre de Ashoka, según ha expresado Drayton y repiten sus seguidores, fue un emperador indio que vivió 3 siglos antes de la era cristiana que, después de haber luchado bravamente para unir una zona del sur asiático, renunció a la violencia, abrazó el budismo y se dedicó a realizar proyectos sociales. La Fundación, creada en 1980, tiene más de 1.600 miembros con categoría de "fellow", distribuídos en 60 países y cuenta con un presupuesto de más de 30 mill. de dólares.

(2) Entre ellos, nuestro amigo y colega José Manuel Pérez (Peridis), inventor de ValNalón; el polifacético arquitecto-dibujante de tiras cómico-políticas, José María Pérez (Peridis), fundador de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María la Real; y Rodrigo Aguirre de Carcer, impulsor de las ventas en internet de donaciones en especie, a través de SocialBid.es

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