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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la caldera energética española

Porque se han puesto de acuerdo, después de largas sesiones de discretas negociaciones, para no subir las tarifas eléctricas en julio de 2010, los representantes del Partido Popular y del Partido Socialista españoles, hablan de prometedor comienzo para un Pacto sobre la Política Energética, que pueda durar los próximos 15 años.

El primer paso es débil -y obvio- para el duro camino que queda por recorrer a ambas formaciones políticas, después de lo mucho que se han ido separando, por no haber querido escuchar a los técnicos y concentrarse en la venta política oportunista de las decisiones puntuales (o de la ausencia de decisión).

No estamos apuntando hacia los gobiernos socialistas únicamente, que han sido, desde luego, principales culpables de dos graves actuaciones: la provocación de una mala imagen injusta sobre la energía nuclear española, de base populachera; y el apoyo inocentón, pero costoso, a las supuestas energías alternativas.

Los gobiernos populares han sido conniventes en esa desorientación que prima en la política energética, al no atreverse a tomar decisiones imprescindibles, como, por ejemplo, la exigida por la corrección del déficit tarifario y, en fin, el mantenimiento del falso "parón nuclear" -éramos y seguimos siendo un país con una fuerte dependencia de esta fuente energética-, además de no haber sabido defender una estrategia para el carbón de producción nacional, y acelerar la dependencia gasista.

La revista Industria y Minería de mayo de 2010 ofrece algunas cifras y comentarios al respecto de la situación energética española que bien podían servir de resumen a los negociadores respecto a las grandes líneas de cómo actuar.

Como subraya en el Editorial Alberto Carbajo, Director de Operaciones de REE, la electricidad es importante tanto desde el lado de la generación como desde el de la demanda. Desde la generación, porque es la manera de integrar las renovables en el mix de producción energética primaria, coadyuvando así al éxito de dos complementarios: la nuclear y la cogeneración, en la que tenemos mucho invertido.

Se refiere también con ello -suponemos- a la dificultad actual de consumir las energías llamadas limpias sino es a través de ese especial rumiante tecnológico que es la red eléctrica, a sabiendas de que no hemos conseguido aún mover nuestros vehículos de otra manera eficiente que no sea con el uso de derivados del petróleo.

En la demanda, porque la electricidad es el input más solicitado de nuestra sociedad de desarrollo, que la necesita para mantener su nivel de exigencias de bienestar.

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Observador subjetivo -

Os invito a leer este artículo relacionado que he publicado hace poco en mi blog:

http://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/07/nucleares-si-y-no-gracias.html