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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la ética y la lógica de la selva

El profesor José Antonio Marina fue invitado por Merco, que presentaba el informe anual con su ranking de empresas y ejecutivos, a pronunciar una conferencia sobre Etica empresarial.

Marina aprovechó la ocasión para dar al público asistente, una magnífica combinación de su frasco de esencias de pesimismo positivista. Combinando anécdotas con apreciaciones filosóficas y pragmáticas, defendió los deberes éticos como elemento sustancias del proyecto que permitiría, de tener éxito, a la Humanidad salir de la selva.

Los deberes éticos aparecerían como deberes "de proyecto", diferenciable de los deberes de sumisión (los deberes legales, por ejemplo, que deben cumplir las empresas obligatoriamente), y los de compromiso (en los que, igualmente como ejemplo, se prometen a los accionistas, clientes o a la sociedad ciertas prestaciones no obligatorias, pero que serían exigibles en virtud de esa promesa)

"Nuestro  proyecto es muy  raro; supone que el fuerte y el débil tengan los mismos derechos: que todos los seres humanos tengan los mismos derechos, o la misma dignidad...". Con la crisis económica, -dijo- se habló también de la crisis de valores éticos y de que se podría aprender de su superación. Marina fue contundente: "No vamos a aprender nada de ética de la crisis. En épocas de prosperidad, el capitalismo salvaje funciona de forma estupenda, aunque como no es perfecto, es necesario que, de vez en cuando, el Estado tenga que acudir a reflotar la economía de mercado".

Las cuatro instituciones en las que descansa el proyecto humano "son suicidas, a no ser que todas ellas se integren en un marco ético". Porque el sistema de mercado es el más eficiente desde el punto de vista económica, y la racionalidad científica, la innovación tecnológica y la democracia política, consideradas de forma independiente, son aparentemente perfectas. Pero, abandonadas a su propio crecimiento, conducen al colapso ético.

Los ejemplos propuestos por Marina son muy claros. La ley contra los monopolioos no es una ley económica, sino ética. El contrato laboral, que se construye desde el reconocimiento del desquilibrio entre empleador y trabajador, proviene de razones éticas. La racionalidad científica no entiende de dignidad. Para la ciencia somos un primate con un cerebro algo más elaborado. Igual consideración le merece la tecnología "que vale lo mismo para un barrido que para un fregado" (desde el punto de vista ético, se entiende) y la democracia, que si no está sometida a leyes éticas, supodrá que la mayoría se coma a la minoría.

El conferenciante vierte optimismo sobre su discurso al afirmar que cree que "acabaremos viendo el triunfo de la ética, porque todo lo que hacemos está en relación con la felicidad, que es la armoniosa satisfacción de nuestros tres grandes deseos: el de la comodidad, el de contar con una vinculación afectiva satisfactoria, y el de sentir que progresamos".

Con la cita a Max Aub pidiendo para su epitafio la inscripción "Hice lo que pude", y que se aplicó a él mismo e invitó a que sirviera de modelo vital para todos, José Antonio Marina terminó su conferencia despertando el fuerte aplauso de la sala.

La presentación del ránking Merco, que realizó su inventor e impulsor, el también profesor Justo Villafaña, y que consagraba este año 2010 a Telefónica como la mejor empresa española, objetivo principal de la reunión, tuvo un carácter inevitable de telonero de la estupenda intervención que lo precedió. Emilio Botín se clasificó como mejor empresario y su hija, Ana Patricia, fue la mejor catalogada de entre las mujeres. 

Cabría decir, a la vista de los resultados, que el binomio virtuoso empresas-empresarios distinguidos, -detectados por este índice que mide, fundamentalmente, la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), y, dentro de ella, la ética empresarial-, tiene también inequívocos aires de familia.

Troncos familiares y talantes empresariales que, aunque, como denunciaba Marina, "la crisis ha desfondado la reputación ética en general, desacreditando la RSS", siguen siendo referencia.  Sin olvidar que, en esto de la ética y la responsabilidad social corporativa, ..."todos somos partidarios".

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