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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre las hijas del César

El discurso temperado del César Zapatero en las Naciones Unidas, defendiendo un espacio acorde para Palestina, Afganistán, Honduras y elogiando la solidaridad internacional, ha quedado desvirtuado por dos personillas que le acompañaron en su visita al Metropolitan Museum en donde los matrimonios Obama y Zapatero fueron fotografiados con las hijas de este último.

Nada de particular, en realidad. Dos adolescentes en busca de su identidad, rebeldes con algunas de las enseñanzas que les inculcan en casa, y que han decidido pertenecer a una de esas tribus urbana, por supuesto, pacífica.

No tiene la menor importancia. Las hijas de José Luis y Sonsoles se han sentido encandiladas -ambas- por Los Góticos, gente así como normal, que tiene algunas ideas para mejorar el mundo y que, como son adolescentes, habrán de perfilar cuando sean mayores.

Dentro de su candorosidad, los chicos y chicas góticos creen que viviríamos mejor atendiendo a las raíces históricas de hace un par de siglos, que se visten de negro y de forma más bien zaparrastrosa y, que, válganos dios, no están de acuero con cómo se hacen las cosas en este momento.

Ya sabemos que los padres no tienen la culpa de lo que pasa, pero si el Presidente del Gobierno español nos hubiera pedido consejo, le hubiéramos dicho que hasta que a sus hijas no se les pase el calentón contestatario era mejor no sacarlas por ahí.

No ya solamente preservar su intimidad, que es algo legítimo y hasta imprescindible, dado el afán de perseguir a los famosos y a sus circunstancias, sino por no mostrar presuntas debilidades en su formación que podrían servir para minar la credibilidad o la imagen de su padre.

Porque la foto con los Obama queda digna de enmarcar. Las hijas del César también ayudan a entender los problemas con los que se tiene que enfrentar el líder. Son múltiples. Porque no solo se refieren al paro, a la crisis económica, a ministros enfermos, o díscolos o resistentes a salir del armario. 

Llegas a tu casa, y tus hijas parecen venidas de la familia Monster a darte las buenas noches plantándote las tachuelas en el hígado...

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