Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Jugando con el tiempo: Deficitarios, procastinadores, temporarios

Supongo que a casi todos nos llega un momento en la vida en el que nos damos cuenta de que no será posible hacer todo lo que nos habíamos propuesto en los fervores adolescentes. Somos deficitarios de tiempo, y el tiempo que nos queda es muy escaso, aunque solo en la madurez avanzada caemos en la cuenta de la cortedad de nuestro bagaje de horas.

Me ha parecido siempre digna de respeto (y análisis) la actitud de quienes, siendo portadores de un cáncer terminal, o teniendo la vida ya ralentizada por los caireles de una edad provecta, siguen estudiando, aprendiendo, actuando, como si la muerte no fuera con ellos. Se mantienen en la ilusión de vivir eternamente, o, tal vez, se defienden sicológicamente, agrediendo de esa forma simbólica, el destino ineluctable.

Junto a los deficitarios, existen los procastinadores, subespecie de quienes aplazan lo importante, disimulándolo entre lo urgente, aunque la calidad de lo que les ocupa el presente decaiga de toda evidencia. Nos ha crecido el número de los procastinadores, que castigan nuestra urgente necesidad de solución a graves problemas anteponiendo otras acciones que no vienen al caso, y, aunque no solo, se les ve especialmente cómodos en la política, haciendo como que hacen o deshaciendo sin conseguir nada.

Están, en fin, los temporarios. Uti temporibus, aprovecharse de las circunstancias, fue siempre el cuestionable privilegio de los que solo miran lo que tienen delante de las narices, sin importarles pasados ni mañanas, y le echan mano para disfrutarlo.

La mayor baza con la que cuentan los temporarios es, precisamente, el tiempo, porque en él se esconden para pasar desapercibidos, mantenerse impunes, sentirse inmunes. Con el tiempo a su favor, los temporarios ponen tierra por medio, ocultan el fruto de sus tropelías, evaden a paraísos fiscales lo que han hurtado o robado -delgada línea fina- a los demás, dejan que resulte que ha prescrito lo que es delito, se escudan en que ha muerto el cómplice socio que era, en realidad, el que tomaba las decisiones.

Deficitarios, procastinadores, temporarios. Tres maneras diferentes por las que el tiempo pasa por encima de nosotros. Buen provecho.

 

0 comentarios