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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre morros y morritos

Lo sentimos, pero no nos ha parecido tan mal que el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, se haya referido a la neo-ministra Leyre Pajín con una alusión a sus morritos, en una frase, desde luego, desafortunada, pero no exenta de gracia.

Ya hemos tenido ocasión de lamentar que la carrera miristerial sea un paso para demostrar que se saben hacer las cosas bien y abrir el camino de los aspirantes hacia la empresa privada. Leyre Pajín es una mujer moderna, elegante y guapa.

No es una belleza como Cristina Garmendía y no tiene el estilo de Corredor o de González-Sinde, y no le llega a la altura sensual de Doña Letizia (esa nena que la mitad de los ovetenses, por lo que hemos oído, ha visto con sus propios ojos, jugar y dar gritos en su escalera de la comunidad de vecinos), pero -haciendo abstracción de la dignidad que representa, que es lo que corresponde en estos tiempos de marcada sensualidad- tiene su aquél.

La hemos visto abrazarse, jubilosa, a sus compañeras de partido y otros amigos cuando compartía con ellos la alegría de ese premio que le va a permitir alcanzar un sueldo de casi 100.000 euros al año, y eso que no consta que haya podido terminar (hasta ahora) su carrera universitaria.

El currículum que se ha difundido de su trayectoria profesional -plagada, eso sí, de referencia a su capacidad como gestora de las interioridades del partido en el gobierno- solamente indica que "tiene estudios de Sociología", que es la manera de expresar, con modestia, que ha hecho algunas asignaturas en alguna Universidad en donde se imparten esas enseñanzas.

No ha estado afortunado el alcalde de Valladolid, desde luego, porque ha confundido lo que se puede pensar y, por supuesto, decir, en círculos de amigos. Pero un profesor de medicina, miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, jefe del departamento de Ostetricia y Ginecología del Clínico de Valladolid, presidente de la OICI y alcalde de Valladolid, revalidado por mayorías absolutas por cuarta vez consecutiva, no puede permitirse, por mucho que sepa de morros y morritos, exteriorizar lo que le sugiere una competidora política.

Caigan sobre él las penas del infierno, y no han de admitirse sus disculpas. ¿Qué se habrá creído?. Ha insultado a Valladolid, merece el desprecio de la élite cultural y política de nuestro pequeño país, que no debe tolerar tamaño exabrupto y, por tanto, como ha expresado correctamente la ministra de Cultura, debería dimitir.

Aunque, si no se decide a hacerlo, lo que comprendemos, si le aconsejaríamos que meditara de dónde le viene la fijación con esta joven, a la que viene persiguiendo dialécticamente desde hace ya años, acusándola, primera, de repartidora de condones a diestro y siniestro, insultando, después, su capacidad para expresarse como "tonta en cinco idiomas (...) cada vez que habla" y ahora, cuando no es su especialidad, refiriéndose a los morritos de la Ministra más joven del gobierno de Rodríguez Zapatero.

¡Ah, la baja política!

2 comentarios

albert -

sorprendido estoy por el comentario de la "sorprendida".Obviamente no debe ser asturiana, si lo fuera entendería el "nena" tan correctamente aplicado.

Sorprendida -

Lo de esa "nena" para referirte a D. Letizia, de pena, dejé de leerte. ¿por qué tienes que poner "mala baba" con tanta frecuencia, así ni se hacen amigos, ni contribuyes a que te lean con agrado, pero sí sacan la conclusión de que eres un amargado, a lo peor aciertam. Para que veas como me indigna, me temo que no sólo a mí, y ¿qué sacas en limpio?