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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la responsabilidad de los mineros del carbón españoles

Ya todo el mundo sabe que el carbón español es comparativamente caro. También, que los mineros se jubilan pronto, porque los años de cotización a la Seguridad Social les cuentan doble y, como la mayoría han empezado muy jóvenes el curro, con cuarenta y dos o cuarenta y cuatro se van para casa con el sueldo íntegro.

Puede que bastante gente sepa, también, que desde principios de los ochenta del siglo pasado se viene hablando de una reconversión imprescindible en el sector del carbón europeo.

No se considera la producción de carbón propia de interés estratégico -existen otras fuentes de producción energía primaria que conceden incluso mayor autonomía-, las centrales térmicas funcionan mejor y con menos contaminación con carbones importados y, repitámoslo hasta la sociedad, extraer hulla y lignito de minas subterráneas, muchas de ellas con capas verticales o subverticales de difícil mecanización es mucho más caro que importar el material de Estados Unidos, Sudáfrica, Colombia, Polonia, Canadá o Australia...

Hace 20 años que se viene reduciendo, siempre con resistencia, pero inexorablemente, la producción de carbón nacional. El número de empleados en el carbón ha quedado reducido a la cuarta parte. En las regiones afectadas (fundamentalmente, Asturias y León, aunque, también, Palencia, Jaén y Barcelona, entre otras), se habla desde entonces de "reconversión": creación de puestos de trabajo alternativos para mantener la actividad que se ha perdido en la zona.

Mientras aún no se ha tomado decisión respecto al mix energético más conveniente, se discute sobre la peligrosidad o conveniencia de la energía nuclear, España se ha convertido en uno de los países con mayores importaciones de carbón térmico de la UE (al nivel de Países Bajos, Reino Unido o Alemania); en un mercado con precios rampantes, se autorizan centrales de ciclo combinado sin sentido, se subvenciona energía eólica o solar sin tener en cuenta el desarrollo investigador nacional y a quiénes van a parar los subsidios;...; mientras sucede eso, todo el mundo parece estar de acuerdo -salvo los mineros y algún portavoz con dejes nostálgicos sobre lo que fue y no pudo ser- en que el carbón nacional no tiene futuro.

Ya es hora de decirlo muy alto, de repetirlo una otra vez. Los mineros del carbón españoles no tienen ninguna responsabilidad por la situación, ni la de ahora ni la de antes. No hacen más que defender sus puestos de trabajo y, porque lo saben muy bien, porque lo sufren en sus comarcas, denunciar la escasa eficacia de las medidas arbitradas para crear puestos de trabajo alternativos en las cuencas.

Y, como no tienen otra capacidad de decisión, ni saben qué otra cosa podría hacerse y pensando en no poner más dífícil el pan del futuro para sus hijos, prefieren seguir sacando piedras, y que les paguen por ello, sin que les importe un comino lo que se haga con ellas. El del carbón es un monumento a nuestra incapacidad colectiva para encontrar soluciones y nuestro apego formal a dar gritos y armar barullo sin tomar decisiones.

1 comentario

Maria -

Hace más de 30 años que el SOMA-UGTE tiene como jefe de "todo ésto" al Sr. Villa,el mismo que anda en huelga de hambre por Madrid(eso dice). En estos 30 años de subvenciones para planes de reindustrializacion dónde estan los resultados? En ninguna parte, salvo en el buen vivir del"jefe de todo esto" y de su séquito de incondicinales y de familiares.
La mineria asturiana no sólo contamina, sino que tambien huele.